Mientras Federico Gutiérrez se pasea por los medios hablando mal de Petro, el alud en Medellín cobra más vidas y deja 15 desaparecidos

Entre el lodo, el abandono y la indignación, la cifra de muertos por la avalancha en límites de Medellín y Bello sube a diez. Mientras tanto, el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, está en Europa hablando de crisis climática.

Una tragedia sacudió al Valle de Aburrá en la madrugada del martes 2 de junio, cuando un fuerte aguacero desató una riada devastadora que arrasó con viviendas enteras entre los barrios El Pinal (en Bello) y Altos de Oriente (en Medellín). La emergencia, que comenzó hacia las 3:25 a. m., ya deja 10 muertos, 15 personas desaparecidas y más de una decena de viviendas destruidas, según los reportes oficiales más recientes.

Los estragos se extienden entre los barrios populares que bordean la quebrada La Negra, cuyo desbordamiento fue el detonante de esta catástrofe. “Hasta el momento hemos confirmado ocho personas fallecidas y cinco más heridas que ya están siendo atendidas en centros asistenciales. Más de diez viviendas resultaron afectadas”, informó inicialmente la alcaldesa de Bello, Lorena González Ospina, quien aseguró que activaron los protocolos de emergencia.

Pero las denuncias de la comunidad contrastan con las cifras oficiales. Según vecinos de la zona y concejales de Medellín, la situación es mucho más grave y la respuesta del Estado ha sido deficiente. “Nuevamente la crisis por las lluvias y el abandono estatal. La comunidad dice que son muchas más las personas que perdieron la vida. Denuncias de atención insuficiente, de falta de albergues y que ‘se están chutando la pelota’ entre la Alcaldía de Medellín y la de Bello”, declaró el concejal José Luis Marín, quien no dudó en señalar al alcalde Gutiérrez como principal responsable del abandono institucional.

Y es que mientras decenas de familias lloran a sus muertos, buscan entre los escombros a sus desaparecidos y esperan ayudas que no llegan, el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, se encuentra en Europa hablando de crisis climática. Una paradoja grotesca. “Alcalde, mientras usted está entre París y Londres y de gira por los medios hablando de Gustavo Petro, una vez más Medellín sufre la crisis climática que su gobierno se ha negado a atender. Lo peor es que está en Europa hablando de crisis climática mientras en Medellín los barrios populares se vienen abajo, qué desconexión con la realidad”, sentenció el concejal Marín en su cuenta de X.

Aunque el mandatario anunció el envío de bomberos de Medellín para apoyar las labores de rescate, las críticas por la falta de un plan real de prevención del riesgo crecen con fuerza. “Se está haciendo la evacuación preventiva para evitar mayores tragedias. También se activaron todos los mecanismos por parte de Gestión del Riesgo y la Secretaría de Inclusión”, afirmó una fuente cercana a la administración de Bello. Sin embargo, las quejas ciudadanas indican que la ayuda ha sido limitada, mal coordinada y, sobre todo, tardía.

Cinco puntos de atención han sido habilitados para los damnificados, pero estos aseguran que no hay suficientes recursos, ni atención psicosocial ni alojamientos dignos. Desde el colegio Fe y Alegría hasta la piscina de Euclides, los albergues improvisados no dan abasto.

Hoy, más que nunca, los habitantes de Bello y Medellín sienten que los dejaron solos. Y mientras la tierra sigue temblando bajo sus pies, la indignación sube como el nivel de los ríos: la tragedia no fue solo natur, fue también política.

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