¡Sale a la luz otro testimonio! Exparamilitar dice que Lucho Herrera si estuvo detrás del secuestro y muerte de sus vecinos

Un tercer exparamilitar aseguró haber participado en el secuestro de los vecinos de Lucho Herrera, reforzando las graves acusaciones que lo vinculan con asesinatos para quedarse con tierras.

El escándalo que envuelve al excampeón de ciclismo colombiano Lucho Herrera sigue creciendo como bola de nieve. Esta vez, un nuevo testimonio amenaza con dejarlo aún más contra las cuerdas: un tercer exparamilitar afirmó haber estado presente en el secuestro de los vecinos que terminaron asesinados en la vereda La Aguadita, en Fusagasugá, en 2002.

Se trata de Héctor Díaz, alias “Camargo”, quien, en un juzgado de Fusagasugá, confesó que participó directamente en la retención de los hermanos Víctor Manuel y José del Carmen Rodríguez Martínez, quienes nunca volvieron a casa. El relato de Díaz pone los pelos de punta: aseguró que se hizo pasar por agente del DAS para convencer a las víctimas de subir a la camioneta.

“Los subo a la camioneta, eran tres hombres, y los llevo hasta la vereda Tibacuy, adelante del club El Bosque. A mano izquierda hay una finca, bajo a las personas, se matan y se entierran en esa finca”, declaró alias Camargo ante las autoridades.

Esta revelación coincide con lo dicho anteriormente por otros dos exparamilitares que señalaron al exciclista como presunto determinador de los crímenes, bajo la sospecha de que buscaba apropiarse de tierras vecinas a su finca.

La familia de las víctimas, que durante años ha exigido justicia, se mostró impactada por la magnitud de estas nuevas declaraciones. Pastor Rodríguez Martínez, hermano de los dos desaparecidos, contó que aquel día sus hermanos estaban compartiendo frente a la casa luego de trabajar, cuando fueron abordados sin previo aviso.

“Mi hermano José estaba arreglando una cancha de tejo enfrente de la vivienda, y es en ese momento que llegan estas personas a abordarlos”, recordó.

Rodríguez también confirmó que había cierta cercanía con Herrera, dado que su familia vivía muy cerca y que incluso el ciclista llevaba a su hermana al colegio. Por eso mismo, el señalamiento lo tomó por sorpresa: “La primera reacción es de incertidumbre de: ‘¿Cómo va a ser esto posible?’”.

Ante la avalancha de acusaciones, Lucho Herrera rompió el silencio y publicó un comunicado en el que negó de forma categórica cualquier relación con grupos armados o hechos criminales. “Jamás he pertenecido a organizaciones criminales ni he pretendido causar daño a persona alguna”, aseguró el exciclista, quien además acusó a los testigos de actuar por conveniencia, en medio de sentencias negociadas.

Sin embargo, el testimonio de alias Camargo se suma al de otros dos desmovilizados, y entre los tres configuran un relato aterrador que ya no parece una simple coincidencia. La justicia tendrá ahora que decidir si la leyenda del ciclismo nacional también escondía un pasado oscuro y violento.

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