Tierra robada por narcos y paras vuelve al pueblo: Petro desata histórica ofensiva contra el despojo en Barrancabermeja

En un hecho sin precedentes, Petro devolvió más de 4.500 hectáreas a campesinos del Magdalena Medio que resistieron el despojo paramilitar. Con esta entrega, el Estado salda una deuda histórica con quienes nunca dejaron de luchar por su tierra.

Barrancabermeja vivió una jornada histórica. En un acto multitudinario que reunió a más de 1.500 campesinos, el presidente Gustavo Petro lideró la entrega de 4.574 hectáreas de tierra en el corazón del Magdalena Medio, una región marcada por el conflicto armado y décadas de abandono estatal. Pero esta vez, la historia cambió de rumbo: la tierra volvió a quienes la trabajaron, la defendieron y jamás se rindieron.

Los terrenos estaban en manos de mafias, paramilitares y testaferros que durante años los explotaron impunemente, pese a que habían sido objeto de extinción de dominio hace más de una década. Entre los antiguos usurpadores figuran temidos exjefes paramilitares como alias Macaco, alias Ruso y alias Tomate, además de Alonso de Jesús Daza Lopera, un narcotraficante capturado en España en 2010. Aún así, durante años las tierras siguieron en manos de redes criminales. Eso se acabó.

Petro denunció la complicidad institucional detrás de estos robos a cielo abierto: “La seguridad de Colombia consiste en que haya justicia para el campesinado”, sentenció el presidente, quien también exigió a la Fiscalía que revele los nombres de quienes desde dentro del Estado, han facilitado el despojo.
“¡Son traidores de la patria!”, lanzó, refiriéndose a funcionarios y congresistas que podrían estar implicados.

La entrega se compone de 680 hectáreas recuperadas por la Sociedad de Activos Especiales (SAE), 3.254 hectáreas del Fondo de Reparación para las Víctimas, y 545 hectáreas de baldíos ubicados en Cimitarra, Santander. Todo esto forma parte de un ambicioso convenio firmado en 2024 entre la SAE y la Agencia Nacional de Tierras (ANT), que prevé la distribución de 24.336 hectáreas solo en esta zona del país.

Pero eso no es todo. El presidente también anunció la promesa de compraventa de otras 8.032 hectáreas adicionales para campesinos y víctimas del conflicto, en lo que se perfila como la mayor ofensiva contra el despojo de tierras en décadas.

El director de la ANT, Felipe Harman, acompañó la jornada y destacó la dimensión transformadora de la Reforma Agraria: “Este es un proceso de reparación territorial profunda, de dignidad campesina y de justicia histórica”, afirmó.

La movilización popular que acompañó el evento no fue decorativa: fue un grito de victoria, un acto de resistencia transformado en esperanza. Tras años de violencia, silencios y despojo, el Estado, por fin, responde con hechos.

Con esta entrega, el Gobierno Petro avanza en su promesa de entregar 600.000 hectáreas al campesinado colombiano en 2025, como parte de la implementación del Acuerdo de Paz y de su apuesta por la justicia social. Hoy, los que fueron víctimas del conflicto comienzan a ser reconocidos como protagonistas de un nuevo capítulo para el campo colombiano.

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