¿Chantaje o amenaza?: Mario Uribe, condenado por parapolítica, acorrala a Jaime Granados con oscuro reclamo en juicio contra Álvaro Uribe

En pleno juicio, Mario Uribe dejó helado a Jaime Granados con un reclamo oscuro y directo que desató tensión en la sala. ¿Qué compromiso le está cobrando?

En una jornada que parecía rutinaria dentro del extenso juicio contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez, estalló una inesperada tormenta en plena audiencia judicial: el primo del exmandatario, Mario Uribe Escobar, lanzó un misterioso pero contundente reclamo en vivo al abogado defensor Jaime Granados, generando un ambiente de tensión y sospechas que no pasó desapercibido para nadie.

«Usted adquirió conmigo un compromiso que todavía está pendiente, no volví a saber de su excelencia», lanzó Mario Uribe en tono firme, dejando perplejos a los asistentes al juicio. El episodio ocurrió mientras respondía a las preguntas de la defensa, encabezada por Granados, durante el día 38 del proceso por presunto soborno a testigos y fraude procesal que enfrenta el líder del uribismo.

El exsenador Mario Uribe, condenado por parapolítica en 2011, se negó a revelar públicamente a qué compromiso se refería, lo que dejó flotando una inquietante pregunta: ¿le estaba pasando una factura en vivo a la defensa del expresidente? ¿O fue una amenaza camuflada? Jaime Granados, visiblemente incómodo, apenas respondió en tono molesto, sin mayor explicación.

Este inusual episodio se suma al creciente malestar que ya venía manifestando la jueza del caso, Sandra Liliana Heredia, quien durante esta misma audiencia lanzó un fuerte regaño al equipo de defensa por la lentitud con la que avanzan las diligencias judiciales y por la falta de organización con los testigos.

«Entonces, esa circunstancia nos obliga a aunar esfuerzos para que, por favor, no sean solamente cinco testigos a diario, porque si no nos va a dar acá la Navidad señalando y señalando fechas y fijando simplemente unas audiencias de dos y tres horas», advirtió molesta la jueza, que ya ha debido suspender varias sesiones por ausencia de testigos.

Heredia fue clara en su señalamiento: mientras la Fiscalía presentó unos 35 testigos en tiempo razonable, la defensa de Uribe solicitó más de 70, y su incapacidad para asegurar su comparecencia está afectando otros procesos judiciales. Incluso cuestionó cómo pretenden encajar los alegatos de cierre antes del 31 de julio, fecha límite propuesta por Granados: “¿En qué momento vamos a hacer alegatos de cierre y en qué momento vamos a adoptar la decisión?”, preguntó con evidente escepticismo.

Granados, por su parte, respondió diciendo que están haciendo «el mayor esfuerzo» y que están listos para continuar con los alegatos “al día siguiente” de cerrar los testimonios. Pero la jueza no pareció convencida.

¿Ignorancia real o estrategia calculada? Las dudas aumentan mientras este juicio, uno de los más relevantes en la historia judicial y política de Colombia, sigue enredándose en contradicciones, reclamos oscuros y una defensa que no logra imprimirle el ritmo necesario al proceso.

Lo cierto es que el juicio sigue, y con cada audiencia se profundiza más el laberinto legal que enfrenta Álvaro Uribe, acompañado de testigos que, lejos de ayudar, parecen encender nuevas alarmas.

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