Congresistas colombianos se le plantan a EEUU y exigen investigación para Díaz-Balart, Salazar y Giménez por presunta conspiración contra Petro

Treinta congresistas colombianos, con la bandera de la soberanía en alto, pusieron contra las cuerdas a tres influyentes representantes republicanos del Congreso norteamericano, a quienes señalan de intentar meter sus manos en la democracia colombiana.

En una carta contundente y sin rodeos, los congresistas colombianos pidieron al Comité de Ética de la Cámara de Representantes de EE. UU. que investigue a Mario Díaz-Balart, María Elvira Salazar y Carlos Antonio Giménez, quienes, según reveló el diario El País, habrían participado en reuniones secretas para tejer un plan que buscaba desestabilizar al gobierno del presidente Gustavo Petro.

“Las revelaciones hechas por el diario El País sobre un posible complot para desestabilizar el gobierno nacional de Colombia, en donde están involucrados congresistas de Estados Unidos, despierta gran preocupación en nosotros”, advierte el documento enviado esta semana a Washington.

Los congresistas colombianos, entre representantes y senadores de distintos partidos, no se anduvieron con rodeos: pidieron una investigación exhaustiva, sanciones ejemplares si se confirma la injerencia y recordaron, de paso, que la democracia colombiana “es un imperativo de país que merece defenderse”.

El escándalo estalló luego de que El País publicara que el exministro colombiano Álvaro Leyva habría buscado en EE. UU. la “complicidad” del expresidente Donald Trump para “tumbar” a Petro. En esa movida estarían implicados Díaz-Balart y Giménez, quienes, según la denuncia, habrían abierto sus despachos a conversaciones de alto calibre que cruzan la raya de la soberanía.

Y no solo eso. La congresista María Elvira Salazar tampoco se salva: los firmantes sostienen que sus declaraciones incendiarias en medios y redes apuntan a minar la legitimidad de un gobierno elegido por más de once millones de colombianos en las urnas.

“Solicitamos respetuosamente una investigación exhaustiva sobre estos hechos, que se determine si existió alguna violación a los códigos de conducta parlamentaria y que, de comprobarse infracciones, se apliquen las sanciones correspondientes”, exigen los firmantes en la carta dirigida a Michael Guest y el resto de miembros del Comité de Ética de la Cámara.

Aunque los congresistas colombianos reconocen que todo legislador tiene derecho a la libertad de expresión y al debido proceso, dejaron claro que de comprobarse la conspiración, estaríamos frente a una violación flagrante del principio de no intervención, consagrado en la Carta de la OEA.

“El respeto mutuo entre naciones y la resolución pacífica de disputas son pilares fundamentales de nuestras relaciones internacionales. Cualquier intromisión injustificada en los asuntos internos de un país soberano socava ese principio”, enfatiza la misiva que sacude Washington.

Entre los valientes firmantes están Carmen Ramírez Boscán, Antonio José Correa Jiménez, Esmeralda Hernández Silva, León Fredy Muñoz Lopera, David Toro Ramírez, Sandra Ramírez Lobo Silva, María Fernanda Carrascal, Alejandro Ocampo Giraldo, entre otros.

La Casa Blanca guarda silencio, y la tensión crece. ¿Habrá castigo o se quedará todo en un saludo diplomático? Por ahora, Colombia manda un mensaje claro: la soberanía no se negocia y quien la toque, tendrá que rendir cuentas.

También te puede interesar

Éste sitio web usa cookies, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de cookies