¡Se le viene la condena! Fijan fecha límite para que los colombianos sepan si Uribe es culpable de fraude y soborno de testigos

Álvaro Uribe tiene los días contados: la jueza deberá decidir antes del 7 de agosto si lo condena por fraude procesal y soborno.

El Consejo Superior de la Judicatura le puso fecha de vencimiento al vía crucis judicial de Álvaro Uribe Vélez: el 7 de agosto, como máximo, se sabrá si el expresidente es condenado por fraude procesal, soborno y otros delitos que lo persiguen desde hace años.

La bomba estalló luego de que la jueza Sandra Liliana Heredia, quien carga con el voluminoso expediente, exigiera suspender todos los nuevos casos que llegan a su despacho. ¿La razón? La montaña de pruebas es tan grande que necesita dedicarse de lleno a estudiar cada testimonio, cada peritaje y cada evidencia que podría hundir o salvar al líder del Centro Democrático.

“Por medio del presente me permito presentar solicitud de suspensión de reparto, ello en atención a que se señalaron nuevas fechas para el juicio oral dentro del proceso (…) seguido en contra del señor ÁLVARO URIBE VÉLEZ, por los delitos de FRAUDE PROCESAL y otros”, advirtió la jueza en su escrito.

Y la Judicatura le dio la razón: desde el 1 hasta el 31 de julio, el Juzgado 44 Penal del Circuito de Bogotá solo respirará, dormirá y sudará Uribe. Nada de tutelas, nada de nuevos procesos. Toda la atención está puesta en decidir si el todopoderoso expresidente termina convertido en un condenado más de la justicia colombiana.

En su memorial, la jueza fue clara: “Tarea para la cual nos tomaremos como mínimo 20 días, para estar anunciando el sentido del fallo aproximadamente en la última semana de julio, y luego de ello (…) la sentencia tomará un término no mayor a ocho días, para lo cual incluso hemos venido adelantando resúmenes con todo el equipo de trabajo, pero requiero la dedicación exclusiva, dada la proximidad de los términos de prescripción”, recalcó Heredia.

La defensa de Uribe, encabezada por los abogados Jaime Granados y Jaime Lombana, cerró sus alegatos finales esta semana. Insisten en que todo es un “entrampamiento”, que las interceptaciones se hicieron “por error” y que supuestamente violaron la confidencialidad entre abogado y cliente. Pero la jueza ya tiene claro que la montaña de 38 testigos de la Fiscalía, 55 de la defensa, y decenas de documentos, no se van a leer solos.

El país mira expectante. La presión es máxima: si Uribe es condenado, sería la primera vez en la historia reciente que un expresidente colombiano pisa la cárcel por manipulación de testigos. La cuenta regresiva está en marcha: o hay fallo antes del 7 de agosto, o la justicia queda en ridículo.

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