Presidente Petro pide perdón a víctimas de San José de Apartadó y denuncia la vergonzosa impunidad del Estado colombiano

En un acto cargado de responsabilidad, Petro pidió perdón a la Comunidad de Paz de San José de Apartadó y acusó al Estado de hipócrita por no asumir colectivamente su responsabilidad.

En un acto cargado de simbolismo y tensión, el presidente Gustavo Petro encabezó la ceremonia de reconocimiento de responsabilidad del Estado colombiano por las atrocidades cometidas contra la Comunidad de Paz de San José de Apartadó entre 1997 y 2007. Sin embargo, lejos de ser un simple acto protocolario, el mandatario aprovechó la ocasión para lanzar una fuerte crítica a las instituciones del Estado, calificando el evento como “un tanto hipócrita” debido a la ausencia de representantes de los otros poderes públicos.

«No es el Estado el que está pidiendo perdón aquí, es el presidente de Colombia, al cual detestan todos o las mayorías de los poderes», expresó Petro con evidente molestia. El presidente cuestionó la falta de compromiso del Congreso, la cúpula militar y el poder judicial en este acto de perdón, señalando que sin su participación, el evento carece de autenticidad y profundidad.

La Comunidad de Paz de San José de Apartadó ha sido víctima de múltiples violaciones a los derechos humanos, incluyendo amenazas, ejecuciones extrajudiciales y masacres, perpetradas por diversos actores armados, entre ellos miembros de la fuerza pública. Uno de los episodios más atroces ocurrió en febrero de 2005, cuando ocho personas, entre ellas tres niños, fueron brutalmente asesinadas en las veredas Mulatos y La Resbalosa. Según informes, miembros del Ejército Nacional, en colaboración con paramilitares del Bloque Héroes de Tolová de las AUC, fueron responsables de esta masacre.

«¿Qué se puede tener una masacre continua sobre una comunidad con 300 víctimas directas durante 30 años y la justicia no investiga? ¿Dónde está el Poder Judicial de Colombia?», cuestionó Petro, evidenciando la impunidad que ha rodeado estos crímenes durante décadas. El presidente también recordó que las municiones y uniformes utilizados por los perpetradores fueron adquiridos con recursos públicos, lo que agrava la responsabilidad del Estado en estos hechos.

En enero de 2025, el Estado colombiano y la Comunidad de Paz llegaron a un acuerdo de solución amistosa tras 25 años de litigio ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Este acuerdo incluye medidas como la construcción de monumentos en honor a las víctimas, la creación de espacios de memoria, la publicación de un libro que narre la historia de la comunidad y el establecimiento de una comisión independiente para evaluar las investigaciones penales relacionadas con las violaciones de derechos humanos.

A pesar de estos avances, Petro enfatizó que el verdadero perdón solo será posible cuando todas las instituciones del Estado asuman su responsabilidad y trabajen conjuntamente para garantizar la verdad, la justicia y la reparación. De lo contrario, advirtió, cualquier acto de perdón será percibido como una mera formalidad sin impacto real en la vida de las víctimas.

«El presidente de Colombia está dispuesto a todo para que se vuelva realidad. Perdón, comunidad de San José de Apartadó», concluyó Petro, reiterando su compromiso con la comunidad y con la construcción de una paz basada en la justicia y la verdad.

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