Una oscura red de persecución política y judicial que atraviesa fronteras y salpica al expresidente colombiano Álvaro Uribe fue destapada por el programa Señal Investigativa. En el centro de la trama están las polémicas órdenes de captura contra Iván Velásquez, exministro de Defensa y actual embajador en el Vaticano, y Luz Adriana Camargo, actual fiscal general de Colombia.
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Ambos fueron figuras clave en la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), organismo respaldado por la ONU que, entre 2007 y 2017, sacó a la luz una estructura de corrupción enquistada en el poder político y militar guatemalteco. Hoy, quienes lucharon contra esa impunidad están siendo señalados por la misma justicia que intentaron limpiar.
Pero lo que parecía una disputa interna guatemalteca, tomó un giro explosivo cuando surgieron indicios de una alianza entre sectores ultraconservadores de Guatemala y actores políticos colombianos, con Uribe en el centro del huracán.
¿Recuerdan la supuesta "orden de captura" de un fiscal de Guatemala contra el exministro de Def. Iván Velásquez y la fiscal gnal L. Adriana Camargo? Uribe, Cabal y otros políticos de Colombia ¿cuánto y desde cuándo han instigado actos contra sus connacionales en ese país?
— CeciliaOrozcoTascón (@CeciliaOrozcoT) June 15, 2025
Según un organigrama revelado por exfiscales en el exilio, una reunión secreta en diciembre de 2018 entre Uribe y Ricardo Méndez Ruiz, líder de la Fundación contra el Terrorismo, organización que ha defendido a militares acusados de crímenes de lesa humanidad, habría sellado un pacto de retaliación.
En esa reunión, “Méndez Ruiz ofreció la cabeza de Velásquez”, según testigos citados por la investigación. El objetivo: desacreditar y judicializar a quienes hicieron temblar las estructuras de poder corruptas en Guatemala. La Fiscalía de ese país, hoy dirigida por Consuelo Porras, incluida por EE.UU. en la Lista Engel de funcionarios corruptos, emitió posteriormente las órdenes de captura y extradición contra los dos colombianos.
Hoy conversé con mi buen amigo Ricardo Méndez Ruiz, acerca de temas de interés común entre Colombia y Guatemala.
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) October 17, 2018
Le deseo muchos éxitos en su nueva lucha por su país. pic.twitter.com/4bxZTx6NKC
En entrevista con Señal Investigativa, el exfiscal guatemalteco Juan Francisco Sandoval, hoy exiliado, fue tajante: “Esto no es justicia. Es una venganza de mafias que perdieron privilegios. Lo que hay es un pacto de corruptos que intenta blindar a políticos y empresarios de investigaciones por sobornos, como en el caso Odebrecht”.
Sandoval aseguró que Luz Adriana Camargo, en su rol en la CICIG, fue clave en la primera fase del caso Odebrecht en Guatemala, lo que la convierte hoy en blanco de represalias orquestadas desde las más altas esferas.
Y no es la primera vez que Velásquez sufre este tipo de acoso. En 2020, el entonces presidente Iván Duque tuvo que pedirle disculpas públicas por interceptaciones ilegales durante el gobierno de Uribe, confirmando que el excomisionado de la CICIG ha estado en la mira desde hace años.
¡ESCÁNDALO!💥¡Uribe involucrado en complot judicial internacional para silenciar a Iván Velásquez! Fiscales exiliados de Guatemala revelan un organigrama que conecta a Álvaro Uribe con una red político-judicial corrupta que pidió la captura de Velásquez y Luz Adriana Camargo. ¿El… pic.twitter.com/7sns8CGhAt
— Juan Camilo (@JUANCAELBROKY) June 16, 2025
A pesar de la gravedad de las acusaciones, la INTERPOL rechazó las solicitudes de captura al considerar que tienen un claro tinte político. Mientras tanto, el gobierno de EE.UU. endureció su postura incluyendo a los promotores de estas acciones judiciales en su temida Lista Engel.
Las revelaciones del programa periodístico no solo reavivan los fantasmas de la persecución política en Guatemala, sino que plantean una pregunta inquietante para Colombia: ¿Hasta dónde ha llegado el poder del uribismo para perseguir a quienes se atrevieron a enfrentarlo, incluso fuera del país?
Las piezas del rompecabezas comienzan a encajar, y el nombre de Álvaro Uribe vuelve a aparecer, una vez más, en medio de una trama donde la justicia parece haber sido secuestrada por la revancha y el poder.