Exsenador de Cambio Radical condenado por pactar con narcos y paramilitares para llegar al poder

Exsenador de Cambio Radical cae por vínculos con narcos y ‘paras’: la Corte lo condena por aliarse con la temida Oficina de Envigado y las AUC.

La Corte Suprema de Justicia de Colombia ha condenado a José Ignacio Mesa Betancur, exsenador del partido Cambio Radical, a 76 meses de prisión (seis años y tres meses) por el delito de concierto para delinquir agravado. La sentencia también incluye una multa de 3.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes, equivalentes a aproximadamente $4.270 millones, y la inhabilitación para ejercer cargos públicos durante el mismo período.

Según la investigación, entre 1994 y 2006, Mesa Betancur estableció alianzas con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y la Oficina de Envigado, específicamente con los líderes Daniel Alberto Mejía Ángel, alias «Danielito», y Gustavo Upegui, quien también fue presidente del Envigado Fútbol Club. Estas conexiones le habrían proporcionado apoyo económico y electoral para sus campañas políticas a la Alcaldía de Envigado y al Senado de la República.

La Corte determinó que Mesa Betancur utilizó su posición como servidor público para favorecer los intereses de estas organizaciones ilegales, facilitando la expansión de sus actividades y permitiendo que penetraran las instituciones estatales. El tribunal rechazó la solicitud de la defensa para otorgarle prisión domiciliaria o la suspensión condicional de la pena, argumentando la gravedad de los hechos y la naturaleza de los delitos cometidos.

Este caso pone en evidencia los nexos entre algunos dirigentes políticos y grupos armados ilegales en Colombia, reflejando el impacto de estas alianzas en el fortalecimiento de estructuras criminales como la Oficina de Envigado. La sentencia también menciona el papel de la familia de Mesa Betancur en la política local, destacando que su padre, Jorge Mesa, fue fundador del Departamento de Seguridad y Control, una entidad que terminó siendo utilizada como un grupo armado al servicio del narcotraficante Pablo Escobar.

La condena de Mesa Betancur resalta la necesidad de una vigilancia más estricta sobre las relaciones entre políticos y organizaciones criminales, y plantea interrogantes sobre la integridad de los partidos políticos, en este caso, Cambio Radical, en la selección y respaldo de sus candidatos.

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