¡Qué descaro! Paloma Valencia acepta abiertamente plan para sabotear la consulta popular y bloquear la voz del pueblo

Paloma Valencia admite públicamente su intención de sabotear la consulta popular del Gobierno, confirmando que harán todo lo posible para bloquearla y evitar que el pueblo se pronuncie en las urnas.

En una sorprendente confesión que ha sacudido el Congreso, la senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático, aceptó sin tapujos su intención de sabotear la consulta popular que el gobierno de Gustavo Petro promueve para que los colombianos puedan pronunciarse sobre temas clave.

El senador León Fredy Muñoz denunció que esta maniobra estaba premeditada, señalando que la senadora Paloma Valencia había anticipado que, si la consulta pasaba, revivirían la apelación de la reforma laboral. La senadora María José Pizarro también se pronunció al respecto, calificando la acción como un acto de «filibusterismo» destinado a torpedear la aprobación de la consulta. «Tienen miedo, no saben cómo enmendar el error que cometieron», afirmó Pizarro, señalando que esta táctica obstruccionista busca impedir que el pueblo se pronuncie sobre reformas fundamentales.

Pero lo más impactante llegó directamente de la boca de la propia Paloma Valencia. En lugar de rechazar las acusaciones, la senadora aceptó de manera abierta su estrategia para torpedear cualquier avance del Gobierno. “Por supuesto, y a mucho honor, vamos a hacer todo lo necesario para que este Gobierno no tenga los recursos del presupuesto nacional a disposición de la politiquería para seguir llenando los bolsillos de sus congresistas corruptos y vendidos”, fueron sus palabras, sin ninguna intención de ocultar su postura.

La decisión de revivir la reforma laboral, que había sido archivada en marzo, ha sido interpretada por muchos como un intento de la oposición de evitar que la consulta popular se lleve a cabo, temiendo que el respaldo ciudadano fortalezca la agenda del presidente Petro. Según encuestas recientes, el 57% de los colombianos apoya la realización de la consulta, y un 75% votaría a favor de las propuestas que esta incluye.

La controversia también ha puesto en evidencia las tensiones dentro del Congreso, donde sectores de la oposición parecen más interesados en bloquear las iniciativas del Ejecutivo que en debatirlas abiertamente. La estrategia de priorizar la apelación de la reforma laboral sobre la consulta popular ha sido vista como una forma de evitar que el pueblo colombiano tenga la oportunidad de expresar su opinión en las urnas.

La actitud de la senadora Paloma Valencia ha sido especialmente criticada. Aunque afirma que su partido no teme a la consulta popular, sus acciones y declaraciones sugieren lo contrario. Algunos analistas consideran que la oposición teme que una consulta exitosa fortalezca políticamente al presidente Petro y debilite su propia posición de cara a las elecciones de 2026.

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