Oposición frena la reforma laboral y usa la crítica condición de Miguel Uribe Turbay como arma política

El Congreso frenó la reforma laboral a última hora, escudándose en la salud crítica de Miguel Uribe, justo cuando iban a votarse los artículos más sensibles para los trabajadores.

En un acto que levanta más sospechas que solidaridad, el Senado de la República decidió levantar la sesión de este lunes 16 de junio, justo cuando la reforma laboral entraba en su recta final. ¿El motivo? El delicado estado de salud del senador Miguel Uribe Turbay. Pero más allá de la aparente empatía, se esconde lo que muchos temen: una jugada política para torpedear una reforma que incomoda a los grandes intereses económicos del país.

Con un 84% del articulado ya aprobado, la sesión fue suspendida cuando restaban solo 12 artículos por votarse, ¡y no cualquieros! Se trata de los más espinosos, los que buscan cambiar las reglas del juego laboral en Colombia: mejoras para trabajadores nocturnos, dominicales, aprendices del SENA, campesinos, transportadores, madres comunitarias, y condiciones dignas para microempresas.

Entre los artículos aún en juego están:

  • El 9, que busca brindar estabilidad a trabajadores vulnerables.
  • El 11, que adelanta el inicio de la jornada nocturna a las 7:00 p. m.
  • El 12, que plantea jornadas 4×3 (cuatro días de trabajo, tres de descanso).
  • El 15, que devuelve el pago completo de dominicales y festivos.
  • El 23 y 25, que redefinen y dignifican el contrato de aprendizaje.
  • El 74, que formaliza a madres comunitarias y sustitutas.
  • El 77, que sella la entrada en vigencia de la reforma.

Pero todo quedó en pausa “por respeto” a la situación médica de Uribe Turbay. Desde el Centro Democrático no solo abandonaron el recinto, sino que lo hicieron con un mensaje dramático: “No hay corazón, ni mente, ni alma para debatir una reforma que poco le aporta a la generación de empleo”.

¿Coincidencia? Para algunos sectores del progresismo, difícil creerlo. “Hay empresarios que son lobistas y dirigen las plenarias. En esas condiciones es muy difícil llegar a un acuerdo justo para los trabajadores”, denunció el senador León Fredy Muñoz.

Incluso el propio presidente Gustavo Petro reaccionó, advirtiendo que no permitirá retrocesos en lo logrado en la Cámara de Representantes: “Un acuerdo sobre la reforma laboral con el Senado se da sobre la base de no retroceder el consenso alcanzado en la Cámara… No estamos aquí para perjudicar gente humilde y trabajadora, solo por fortalecer unos privilegios”.

En un mensaje más fuerte aún, el mandatario dejó claro que no aceptará insinuaciones sobre un supuesto vínculo entre su gobierno y el atentado contra Miguel Uribe: “No es cierto que seamos responsables del atentado al senador Uribe solo por defender los derechos de los trabajadores. El autor intelectual es de los mismos que capturan rentas ilegales y se burlan del pueblo trabajador”.

Y remató con una frase que retumba en medio del oportunismo político: “Los trabajadores de Colombia no son asesinos, es a ellos a los que han asesinado por centenares de miles”.

Así las cosas, queda en evidencia que no solo se frenó la sesión: también se paralizó el intento de lograr justicia laboral en un país donde el trabajo digno sigue siendo un privilegio. La reforma no está hundida… pero los intereses que la quieren ver muerta están respirando aliviados.

La próxima sesión fue citada para este martes 17 de junio a las 9:00 a.m. La pregunta es: ¿volverán a aparecer los votos o seguirán escondidos tras el escudo de la “solidaridad”?

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